El 14 de Febrero de cada año se celebra el día de San Valentín, que lejos de ser una onomástica cualquiera, se ha convertido en una de tantas fiestas comerciales en buena parte del mundo occidentalizado.
Pero no en todas partes se celebra de la misma forma, ni con exactamente el mismo sentido. Aquí en España, por ejemplo, se conoce también como Día de los Enamorados, y al igual que en muchos más sitios sirve como pretexto para que las parejas se regalen mutuamente algún obsequio e incluso alguna cena romántica. La publicidad nos bombardea con mensajes sugerentes y ofrece todo tipo de manjares y regalos estereotipados para él o para ella. A pesar de ello, no me parece que aquí San Valentín sea una festividad tan arraigada como San José o Día del Padre, el Día de la Madre, o Sant Jordi en Cataluña.
La sociedad japonesa adoptó San Valentín como fiesta comercial al igual que aquí en occidente, sin embargo con los años ha evolucionado de una forma ligeramente distinta. El chocolate es allí protagonista absoluto (me puedo imaginar la sección de dulces de los almacenes Takashimaya, la más grande que he visto en mi vida, como algo parecido al paraiso en los días previos al 14 de Febrero...), y además de ser un evento realmente popular y arraigado en la actualidad, se vive con mucha expectación y con una serie de peculiaridades.
En primer lugar, el 14 de Febrero son solo las mujeres las que regalan a los hombres. En segundo lugar, no se regala cualquier cosa, sino que concretamente se obsequia el clásico chocolate de San Valentín (nada de corbatas, peluches o carteras). En tercer lugar, el regalo no se hace únicamente al novio o al marido, sino que es tradición ofrecérselo a un chico que te gusta, a un amigo, a una persona que te cae bien, a tus compañeros de trabajo, o incluso a tu familia.
Esto quiere decir que, si bien los enamorados siguen siendo las estrellas de esa jornada, no es una celebración exclusivamente para ellos. Por lo tanto, según el significado de tenga para cada cual, el chocolate será de un tipo diferente, y se le denomina de una forma.
Los tres tipos más comunes son los siguientes:
El Giri Choco es un chocolate con un matiz de compromiso o de obligación, aunque puede ser de simpatía o amabilidad, el detalle que puedes tener quizás con sus compañeros de trabajo o los hombres de tu familia. Suele ser un tipo de chocolate barato o de calidad más convencional.
El Tomo Choco es un chocolate de amistad ("tomodachi" significa "amigo"). Es el que puedes regalarle a tus amigos, como su nombre indica, y también es el que suele regalarse en los institutos, así que en cierto modo también es un chocolate de popularidad, porque ya sabemos todos cómo funciona esa pequeña sociedad que son los institutos, a veces tan divertidos y a veces tan crueles. No es raro que los chicos más guapos o que mejor caen o socialmente más hábiles reciban chocolates de varias chicas. Como contrapunto cabe decir que estoy segura de que el que no reciba ninguno debe quedarse con la autoestima un poco por los suelos.
Finalmente está el Honmei Choco, que significa chocolate de verdad o favorito. Es el de los enamorados, el que se obsequia a la pareja o a la persona que te gusta verdaderamente como auténtica declaración de amor, o al menos es el sentido que debería tener más allá de los puramente material. Por supuesto el detalle se cuida al máximo en este caso. Aquí tienen cabida chocolates de mayor calidad, más refinados o de marca.
Sin embargo lo más especial y más valorado es que la chica o la mujer funda y elabore ella misma el chocolate de forma artesanal y con mucho esmero, algo muy acorde con la sensibilidad y el carácter de ese país. La costumbre está ciertamente muy arraigada, por lo que no es difícil en absoluto encontrar los ingredientes y materiales para que cada una fabrique esa golosina especial, totalmente personalizada en cuanto a forma y sabores, para su persona especial.
Y pensaréis "¿y a las mujeres qué? ¿nadie les regala nada?". Pues sí que se les regala. Para ello existe el Día Blanco, el 14 de Marzo, justo un mes después, para que los chicos o señores agradezcan convenientemente los chocolates recibidos. Pero en este caso no se suelen regalar chocolates, así que esto ya es una historia aparte.
Para ilustrar toda esta parafernalia resulta perfecto un pequeño video que encontré y que me hace un montón de gracia. Pertenece al programa de televisión Himitsu no Arashi-chan, en el que los miembros del grupo Arashi, con mucho sentido del humor, narran sus recuerdos de San Valentín en la adolescencia.
(Aclaraciones: 1º. No sé quién lo habrá hecho, pero disculpad la traducción de los subtítulos que es un poco rudimentaria. 2º. En Japón las farmacias y las perfumerías son el mismo establecimiento. 3º. No, no fui yo la que le dio a Sho el chocolate en forma de balón de fútbol (pero me encantaría @_@).
Editado: Dejo aquí unos enlaces muy interesantes para todo aquel que quiera conocer de forma más extensa estas costumbres, tanto de los chocolates de San Valentín como del Día Blanco. Nora-san, la amable dueña de Una japonesa en japón lo explica de una forma mucho más completa (y más fiable, ya que ella es de allí) que yo, así que ahora que me ha dado permiso para enlazarla os invito a todos que leais su fantástico blog. ¡Muchas gracias, Nora-san!
13 comentarios:
Lo sabíiiia, lo sabíiiia.
Esperaba esta entrada, ja, ja. Estaba convencida de que escribirías sobre esta tradición hoy.
La verdad es que no alcanzo a imaginarme las secciones de alimentación de los grandes almacenes de esta semana en Japón. Ayer en Alcampo tenían una zona acotada con todos los chocolates agrupados; al verlo lo primero que me vino a la mente fueron esos grandes almacenes japoneses pero corregido y aumentado.
Pues los chicos más populares del insituto tendrán la excusa perfecta para ponerse "hasta las trancas".
Oh! Cuando he visto Giri choco pense que era un chocolate especial pa "mi guiri". Joputa. No me ha regalao na.
Candela, yo también me acordé de tu "guiri" cuando supe cómo se le llamaba a ese chocolate XDDD.
Por cierto, he editado el post para enlazar el blog de Nora-san, que desde Japón nos ofrece unas entradas muy interesantes sobre el tema, y muchos otros temas más, escritas tanto en su lengua materna como en un perfecto español.
Sabía de esta costumbre pero no con tanto detalle. El video de los chicos estupendo, en su linea, lo que me he reido con el regalo de Aiba, jajajajjaja
es una tradición curiosa. aunque, lo de etiquetar o clasificar el tipo de relación que tienes con una persona según el tipo de chocolate que le regales, no me termina de convecer. me recuerda a lo del lenguaje de las flores. y estoy totalmente de acuerdo en que si alguien no recibe ningún chocolate (o si recibe pocos, y del tipo "distante") se le puede bajar mucho la autoestima.
Chema, no es que etiquetes una relación según el tipo de chocolate, sino al contrario. Ese día le puedes hacer un regalo especial a alguien especial, o comprar un monton de chocolates y llevartelos a la oficina para tener un detalle amistoso con los compañeros. Todos hacemos igual cuando llega época de regalos, porque no significan lo mismo unos que otros.
Geno, yo también me parto de risa con la historia de Aiba y el "perfume" XDDDDDDDD
¿Habrá un rincón en el mundo donde no se consuma chocolate en algún día del año? Seguramente sí, pero no le debe quedar mucho.
Me gusta lo de regalar chocolate a la gente que quieres, aunque mi marido me ha aparecido con la madre de todas las cajas de bombones y me he enfadado...que así nunca adelgazaré.
Me gusta mucho este vídeo de Arashi y sobretodo el tema de aiba que quería quedar bien con una chica y quedó como el culo el pobre... XDDD
¡¡¡Jo, yo quiero dar "chocoretto" del amor a mi ichiban!!! Aunque esta sea una festividad del todo consumista...
;-)
Pues yo este año he tenido la oportunidad de celebrar San Valentín "a la japonesa".
En mi caso ha sido con "tomo choco (友チョコ o chocolate de amistad). Se lo he dado a mi vecina japonesa. Y lo he hecho como toca, envuelto con papel rojo, con una cinta y con un corazón de cartultina con el texto "ハッピーバレンタイン" escrito, o sea Happy Valentine.
Le ha hecho mucha ilusión, la verdad, y me ha contado que ella le ha dado también chocolate a su marido, pero que era más pequeño que el yo le había dado... Pero yo le he dicho que este era para toda la familia, que era normal que hubiera más chocolate, jejeje Lástima que ya se va, porque sino el año que viene me hubiera gustado hacer yo misma el chocolate!
Me ha encantado el vídeo de Arashi! Todas las historias tienen su encanto. Me encanta el balón de chocolate de Sho, el desodorante de Aiba, el chocolate salado de Nino, los chocolates de los Juniors de Ohno, y... el chocolate de toda la clase de Jun... jejejeje
Interesantísimo este post! Echaré un vistazo al blog de Nora-san, pero en el tuyo está explicado super bien.
Muchísimas gracias por mencionar el blog :)
Muy interesante escribir sobre chocolates, ya lo tengo en mi Reader.
Un cordial saludo y gracias otra vez.
A tí por la visita :). Espero que repitas y que sea dulce.
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