Ayer estuve en una quedada relámpago con Coti y Maribel, del
foro de Esther y su mundo. Maribel nos
trajo de regalo una caja de trufas de Chocolates Peñín, empresa ubicada en
León.
Coti me la dio generosamente a mí, a pesar de que mi silueta
está lejos de ser esbelta tras un verano de comidas grasientas y cerveza. :P
Intenté cortar por la mitad una trufa para diseccionarla y
quedó hecha añicos. Así que tuve que comérmela (no la iba a dejar ahí) e
intentarlo con otra nueva. ¡Duro trabajo el del catador de chocolates! A la
segunda sí me salió aceptablemente.
He dejado la caja en el comedor de mi casa, veremos cuánto
dura. Es un experimento sociológico. Desde luego están riquísimas, por lo que
me figuro que pronto se habrán acabado.