jueves, 29 de noviembre de 2012

De tabletas

Aquí va hoy un variadito de tabletas...

En primer lugar, aplaudir la iniciativa de la revista Elle este mes, ofreciendo a sus lectores como regalo una de las novedades de la marca Lindt:


Se trata de la tableta de Excellence fresa, elaborada con chocolate negro y trocitos de fresa liofilizada. Nada más abrir el envase, lo primero que nos llega es un intenso aroma que nos da un anticipo de lo que nos espera y va preparando nuestras papilas gustativas. El porcentaje de cacao, según el etiquetado, es de un 47%, aproximadamente. Simplemente decir que me ha encantado la combinación, que me parece muy delicada y que tenéis que probarla. La textura es perfecta y el punto de azúcar, justo. Aunque las fotos no son de mucha calidad, podéis apreciar los trocitos en el corte de la onza.


(Ya comentaremos próximamente algún detalle sobre "maridajes" chocolateros, gracias a una nota de prensa que nos ha enviado el equipo de Oriol Balaguer ).

En segundo lugar, dar las gracias a un buen amigo que reside en Japón y que, conocedor de nuestra debilidad por el mundo del chocolate, me trajo un regalo perfecto. Y viniendo de Japón, fuente inagotable de inimaginables sabores, obviamente la sorpresa estaba relacionada con... KitKat.
Ya sé que se habló anteriormente del KitKat de wasabi en otro post, pero en aquella ocasión no pudimos contar con la valentía de nuestra colaboradora, quien declinó la degustación y cedió los honores a nuestra amiga Claire (Elphaba, desde entonces tienes un punto negativo por cobarde, je, je).


No me extenderé por ello ni me repetiré con nuevas fotos, simplemente decir que me sorprendió gratamente. Sentía mucha curiosidad y resulta increíble lo bien que logran reproducir el sabor. Si bien al principio apenas se aprecia (parece como si estuviéramos paladeando una onza de chocolate blanco), en pocos segundos se desenmascara el característico sabor a wasabi. Y el toque picante es tan tan leve que apenas se nota.
Diferente.
Ya sólo les falta inventar uno con sabor a paella ;)

Y terminamos el post comentando las novedades de un concurrido obrador-café que abrió hace un par de años en Madrid y que anuncia sus nuevas minitabletas.
Mamá Framboise presentó a principios de mes su nueva gama de minitabletas, de chocolate negro (70%, 64% y 61%), chocolate  lacteé 40%, blanco, sin azúcar, toffee, matcha, naranja, frambuesa, remolacha... un total de 20 sabores diferentes.


Habrá que darse una vuelta por allí y probar alguno para haceros una cata en condiciones, no?

martes, 20 de noviembre de 2012

Bombones Valor


Los bombones Valor los tengo como algo relativamente reciente. Consultando la historia de esta antigua casa chocolatera alicantina, he averiguado que ya desde 1981 fabricaban bombones, pero no fue hasta 2006 cuando ampliaron esta línea de negocio y empezaron a comercializarlos de forma masiva.

Tengo la sensación de que los bombones de Valor no son ni tan antiguos ni tan modernos. En cualquier caso, poseen la gran calidad y presentación que siempre han caracterizado a esta firma.

Hace poco nos regalaron un caja de bombones de un modelo denominado Sueños de Chocolate. Decidí analizarlos, como hice en su día con los de la Caja Roja de Nestlé. Un trabajo duro, ya que después de diseccionarlos me los tenía que comer. Algo tenía que hacer con ellos, no iba a volver a meterlos en la caja después de partirlos y manosearlos.


Estos bombones, en general tienen una corteza frágil y quebradiza, lo que se aprecia en los fragmentos que quedan alrededor. Por otro lado, su relleno más cremoso o más terroso se intuye por la mayor o menor limpieza del corte. Veamos uno por uno...

Lingote de Trufa

Moneda de Toffee

Sortija de Chocolates

Este último se me hizo añicos la primera vez que lo partí, y por ello tuve que repetir la disección, y en consecuencia comérmelo por partida doble.

Perla Negra

Diamante Blanco

Este ‘diamante blanco’ está especiado con canela, pero al comerlo sin haber leído el folleto explicativo, creía que era sabor a plátano. Estoy yo bueno...

Ópalo de Café

Broche de Leche

Estaban todos muy ricos, doy fe, pero acabé un poco empachado...

martes, 13 de noviembre de 2012

Pollo a la salsa de chocolate

¡¡Qué horror!! Han pasado cuatro meses desde que publiqué mi última entrada, y era un entradilla, de esas que no exigen mucho curro. Un par de fotos y andando..

No es que haya dejado el chocolate, ni que no haya probado chocolates interesantes, de hecho ocurre todo lo contrario pero...una es una vaga que ha dedicado su tiempo libre a otros menesteres, dejando de lado este blog que tantos buenos ratos nos ha hecho pasar. Y que me ha dado infinidad de satisfacciones.

Vengo con el ánimo recompuesto y con ganas de continuar. Ahora falta que alguien se siga pasando por aquí, así que os pido que si leéis estás líneas me digáis alguna cosilla, para saber que esto sigue vivo y todavía es un lugar cálido de reunión. 

Tengo una carpeta en mi escritorio que se llama Wonka. A esa carpeta van a parar las fotos de las recetas que preparo, de las ideas que encuentro en la red, de mis ocurrencias chocolateras. Cuando la he abierto ya no recordaba que había utilizado y que no. Un horror que haya pasado tanto tiempo, sobre todo porque la receta que voy a colgar hoy la hice hace tantos meses que ya no recuerdo como la hice.

Hace un año conté aquí como mi amiga M Ángeles me había regalado cacao puro, machacado y apelmazado bajo el sol. El aspecto no era muy apetecible y el olor amargo no llamaba a utilizarlo, pero me pudo la curiosidad y me lancé a preparar el plato típico guineano. Sustituí el pangolín por contramuslos de pollo, y la cazuela tradicional de barro por una moderna olla GM.


Puse el pollo y las verduras en crudo. Rallé un cuarto de vaso encima del pollo. Sal y pimienta. Cerré la olla y programé dos veces el programa "Pollo". Después pasé por la batidora la salsa resultante.






El resultado es lo que veis en la foto superior. La salsa densa y apetecible, muy sabrosa y fragante. El sabor intenso y curioso. Digo curioso porque no sabe al cacao que puedas imaginar, ni siquiera se acerca al cacao más puro que hayas probado. Es otra cosa, un sabor absolutamente nuevo para los europeos.

 Estaba muy bueno, y sobre todo muy original.