martes, 9 de noviembre de 2010

Salón del chocolate: crónicas (1)

El pasado domingo 7 de noviembre acudimos al 7º Salón del Chocolate de Madrid en su última jornada, Inma, Anele y el que os habla como representantes del Wonka en Madrid, y Cloti como invitada de honor. ;)

Cada uno de nosotros haremos una crónica, aportando nuestro punto de vista y nuestra experiencia particular. :) Hemos estado de acuerdo en que yo me encargue de resumiros, lo mejor que sepa, la clase magistral sobre la historia del chocolate que nos ofreció Guillermo, encargado del stand de la firma valenciana Chocolates Comes.


El cacao, antes de haber sido sometido a ningún proceso, se encuentra originalmente en las habas de cacao, las cuales se extraen del fruto del árbol del mismo nombre. Estas habas o semillas de cacao tienen una forma y tamaño similar al de una almendra sin cáscara. El cacao en esta forma tiene un sabor muy ‘lento’, tal como él lo definió, en el sentido de que hay que paladearlo durante unos segundos para percibirlo. Nos ofreció a cada uno un haba de cacao para catarla, igual que haría posteriormente con otras muestras. Y nos dio además otra haba de cacao para que la guardáramos, pues se trataba de una moneda precolombina. Decía que pocos podrían presumir de tener una moneda que se plantara. :D

A partir de las semillas de cacao se elabora lo que se denomina pasta de cacao, que es más concentrada, y su sabor es más ‘rápido’: se tarda menos en percibir el característico sabor a cacao. Sin embargo, es muy amargo. Al hilo de esto, nos contó que la bebida a base de cacao que elaboraban los mayas era muy amarga e incluso picante. Su aspecto espumoso tampoco era muy atrayente. Pero es que esa bebida la tomaban por sus saludables propiedades. Se propusieron hacer aquel producto medicinal más agradable, y de ahí surgió la idea de añadir azúcar al cacao.

Si a la pasta de cacao se le añade azúcar, lo que se obtiene es chocolate puro. Muy puro y muy negro, sin duda, pero ya es chocolate tal como lo conocemos. Antes de que surgiera el chocolate con leche, hubo un producto de transición, que fue el llamado chocolate a la piedra. Tuvo su auge en el sigo XIX y aún hoy se comercializa. Se elaboraba a base de cacao, harina de arroz y azúcar de caña, triturando y mezclando estos ingredientes en molinos de piedra, de ahí su nombre. Este chocolate se caracteriza por no llegar a fundir en un rango de temperaturas muy elevado, lo que se debe a la presencia del azúcar y la harina, que le dan además una característica textura terrosa.

Y ahora sí, pasamos al chocolate con leche. Éste fue uno de los momentos más divertidos de la charla, pues Guillermo hizo varias alusiones muy obvias a la firma Nestlé sin decir su nombre. Todo comenzó cuando dos hermanos suizos cuyo apellido era el mismo que el de cierta importante fábrica de chocolate de aquel país ;) inventaron la leche en polvo. Se trataba de un producto concebido para los bebés, a base de suprimir de la leche cualquier producto que pudiera resultar dañino para su estómago.

A alguien se le ocurrió añadir esa leche en polvo al chocolate, con la idea de que podía darle buen sabor. De esa manera surgió el chocolate con leche, y la primera empresa que lo fabricó fue, en sus palabras, la del nido con pájaros que todos conocemos. :D El chocolate con leche se diferencia del negro en el color -es más claro-, en el sabor -se nota que sabe a leche- y en la textura. En este último aspecto se detuvo más: el punto de fusión del chocolate con leche es inferior al del chocolate negro, funde antes. Creo recordar que dijo que era de 25ºC para el primero y 29ºC para el segundo. En cualquier caso, la idea es que el de leche se derrite casi nada más meterlo en la boca, mientras que el negro tarda un poco más.

La última parte de la charla consistía en hablar del chocolate blanco y en explicar que por qué no era realmente chocolate. La manteca de cacao es una grasa que se extrae de las habas de cacao. Su bajo punto de fusión facilita su uso como producto cosmético: funde al contacto con la piel o con los labios. Pues bien, el chocolate blanco no es otra cosa que manteca de cacao, leche y azúcar. No contiene la propia semilla de cacao, que le da el color, olor y sabor característicos al chocolate. En el fondo, el chocolate blanco, según él, es ‘leche dura’, pero no se le da esta denominación porque limitaría bastante su éxito comercial. :D

Pues esto ha sido mi resumen de la charla. Si me he dejado algo en el tintero, os dejo paso para que lo añadáis. :) Es que Guillermo nos contó un montón de cosas, todas ellas interesantísimas. ¡Qué avalancha de información! Aquí tenéis una foto en primer plano de las habas de cacao. También se ven los bloques de chocolate a la piedra.


Y os dejo también un video del maestro que me ha facilitado Anele, para que podáis verle y escucharle ‘en vivo’.


En esta entrada no quería dejar de daros las gracias por los regalos que llevasteis. Cloti trajo un calendario de adviento chocolatero para cada uno, que lo he fotografiado por ambos lados. Los chocolates Beldelice que Inma consiguió gracias a su buena gestión, los sorteamos entre los wonkeros y Cloti. A mí me tocó una chocolatina con leche y un chupachups, ambos con una pinta deliciosa. Y Anele nos llevó unas muestras de Kit Kat japoneses, con la intención de poner verde de envidia a cierta wonkera que vive en Cádiz y que es también amante de la cultura japonesa, y no miro a nadie. :D




Termino esta primera crónica con dos fotos más del salón. No hice muchas porque no sabía ni por dónde empezar, pero algunas cosas curiosas no había duda de que merecían ser fotografiadas...

Unos zapatos de chocolate. Una idea algo fetichista, a fe mía. :P


Y una fuente giratoria de chocolate. ¿Se puede meter la lenguaaaa? :D


9 comentarios:

BLAS dijo...

Por Dios, si hay bolsos de chocolate con zapatos a juego!!!! Donde se pueden conseguir?
Y esa fuente peligra, por lo menos hubiese peligrado de haber estado yo presenta, qué ricooooooo.
No dais nada de envidia, no, que va... :SSS

anele dijo...

Buena entrada, Chema. Como dices, la información de Guillermo fue muy interesante y se formó un corrillo impresionante.

No sé por qué te relames con la fuente de chocolate, que al final resultaste ser el único que no cedió a la tentación; Cloti tiene excusa pero tú no.

Cloti Montes dijo...

He de decir que lo has contado casi rozando la perfección con la que el maestro Guillermo nos mantuvo absortos y atentos, no sólo anosotros sino a todos los paseantes que se acabaron acercando y rodeándonos.
Esa noche mi marido me dijo que olía muy bien ¡pa comerme! jajajaja
Bssssssss
Cloti

Candela dijo...

Se ajusta al 100% con lo que nos explicaron en el Museo del Chocolate de Praga. Tambien tengo mis "moneditas", jajjaa

Elphaba dijo...

Estupendo, veo que trabajáis duramente XDDD.
Que sepas que no me das ninguna envidia, que si tú te has comido dos barritas del kitkat de marras, yo me comí la caja entera jajajajaja (uy, eso son muchas cajitas y muchas barritas... no sé si debería reirme o ir a comprarme ropa).

anele dijo...

ja, ja, ja

Inma dijo...

Magnífica crónica. Lo pasamos muy bien y comimos chocolate que era de lo que se trataba. Yo voy a hacer un montaje con las fotos y lo pondré an algún momento del fin de semana. Ahora mismo voy a probar el Kit Kat que se me había olvidado. Mmmm

Susana dijo...

Babeando estoy, no digo más...

Bertha dijo...

Chema que bien lo esplicas, no sabia lo del chocolate blanco. ¡mira no te acacostaras sin saber una cosa mas, como decia mi madre!