El fin de semana pasado hicimos en casa un flan de chocolate. Aparte de la leche y el azúcar, los ingredientes estrella de este postre son la maizena especial para flanes y natillas y el cacao en polvo.

El procedimiento de elaboración es sencillo. Se pone a hervir algo menos de 1/2 litro de leche (400 ml o una cosa así). Cuando empieza a calentarse, se vierte una pequeña cantidad de esa leche en una taza o en un bol aparte, y se echa una cucharada sopera bien cargada de cacao. Se le da vueltas hasta disolver el cacao.
Hecho eso, en el cazo de leche (que cuando empieza a hervir, se debe bajar el fuego) se vierte la mezcla de leche y cacao que hemos hecho por separado, y un sobre entero de maizena para flanes.
A la mezcla de leche, maizena y cacao se le añaden cuatro cucharadas de azúcar. Hecho eso, se le da vueltas hasta que la mezcla empiece a espesar, y se vierte la pasta así formada en una taza de desayuno de tamaño normal. Mejor dicho, dos tazas, ya que la cantidad de ingredientes que se indica da para dos raciones individuales.

Lo más laborioso ya está hecho. Ahora sólo queda cubrir la taza con papel de aluminio y se mete en la nevera unas horas, para que el flan cuaje. Al final, se sirve sobre un plato, en posición invertida, como suelen ser los flanes. :P
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Bien, dije al principio que éste era un flan de chocolate fallido. Y es que me empeñé en utilizar Paladín en lugar de Cola Cao como sugería mi madre, y salió muy espeso y pastoso. Pero eso sí, doy fe de que estaba riquísimo. :D
Otra solución quizá habría sido utilizar más leche, o menos cacao. Pero vamos, ya digo que aunque se echara de menos la textura ligera y gelatinosa del flan, así estaba delicioso también. Y desde luego sabía a chocolate, ahí sí que nadie podía decir lo contrario. :D