Estos días estoy en el pueblo de mi abuela, en tierras
murcianas. Hoy hemos pasado el día en la capital, y no he desaprovechado la
oportunidad de pasar por la confitería Maite.
El chocolate al peso es su gran especialidad. La otra vez
compré unos bloques de chocolate cuadriculado. Esta vez he cogido dos
fragmentos de torta de chocolate con frutos secos, partidos de forma irregular. Su grosor es de 1.5 cm. El negro tiene almendras enteras y el de leche tiene avellanas.
Debido al calor, se han reblandecido un poco durante el
viaje, sobre todo el de leche. Pero así está incluso más rico. He probado pocos
chocolates tan buenos, no exagero.
Eso sí, me ha dado un poco de sed. Creo que voy a tomarme
una coca cola para refrescarme... light, por supuesto. ;)