martes, 25 de mayo de 2010

Y de postre, pasta

Este post viene calentito, calentito, porque habla del postre con el que me acabo de homenajear hace unos escasos 30 minutos.

Tenía noticias del producto desde hace unos meses, pero tras una infructuosa búsqueda dí por perdidas las esperanzas (seguramente se trata de un fake, pensé).
Pero hace algo más de una semana, rebuscando entre las estanterías del "super", de repente me topé con él. Y fue a parar de inmediato a la cesta (la labor del wonkero no cesa nunca y nos debemos a nuestro sufrido compromiso).

Giovanni Rana ha lanzado unos "tortelli" de chocolate para degustar a la hora del postre. O como aperitivo. O como primer plato. Al fin al cabo, para gustos se hicieron los colores.

Una pasta al chocolate rellena de crema de chocolate con avellana finamente triturada (elaborada a base de pasta de cacao, nata, mantequilla, requesón, etc...).
Según el fabricante, se puede degustar frita (una cucharada de aceite, cuando empiecen a formarse burbujas en la superficie, se voltea y ... voi là), flambeada (ummm...) o cocida. Opté por esta última opción, que me pareció la más ligera y menos arriesgada para tratarse de la primera vez.
Bastan 2 minutos de cocción, escurrir y ¡ al plato!
A falta de un poco de nata montada, de fresas trituradas o de cualquier acompañamiento que casara bien, eché mano de lo primero que encontré para romper un poco la monotonía del plato: almendras trituradas.

Confieso que me esperaba poco de este experimento culinario; estaba convencida de que iba a resultar excesivamente empalagoso.
Me equivoqué.
La parte externa sabe a pasta; ni más ni menos que lo que es. Si uno cierra los ojos y no se deja influenciar por el color, se hace patente que sabe a pasta. Simple y llanamente. Y al masticar las papilas se encuentran con una cremosa pasta de cacao que tiene el punto justo: ni demasiado sosa ni excesivamente dulce.


Una curiosa forma de ofrecer un postre alternativo y muy original.
Por cierto, se trata de una edición limitada, así que yo en vuestro lugar me daría prisa en buscarlo por si acaso la poromoción dura poco.
Por lo que a mí respecta, tendré que repetir para probar las otras 2 opciones : )
(Qué sufrida es la vida de un wonkero...).

domingo, 23 de mayo de 2010

Pino

Sí, ya sé que yo soy la que escribe sobre helados en diciembre pero, ahora que se acerca el veranito, se empiezan a lanzar las nuevas campañas publicitarias con los productos de la temporada como este:


Ah... me han dado ganas de probarlo....
Y los helados también XDDDDDD.
Esto... (cof cof), me perdonáis la broma, pero es que Sho Sakurai es mi debilidad, así que el nuevo anuncio de este hombre me ha sacado de mi pereza "posteadora".
Pero a lo que vamos (que síiii, que también voy a hablar de chocolaaaate...).
Los bocaditos helados Pino son ya un producto tradicional en el mercado japonés que lleva más de treinta años vendiéndose. Se trata en su forma clásica de porciones de 10 ml de helado de vainilla recubiertos de chocolate con leche, ideales para el picoteo y para cubrir las necesidades del clásico antojo dulce-chocolatero sin pasarse de la raya, por su reducido tamaño y porque cada bocadito tiene tan solo 31 Kcalorías (con lo que una se puede tomar cuatro de esos y no es más que lo que supone comerse un yogur).
Además pueden encontrarse en sabores como chocolate con leche y almendras, chocolate amargo relleno de helado de chocolate, de fresa, o la edición limitada de chocolate blanco con tarta de queso y arándanos. Su presentación habitual es la de la cajita de seis, que cuesta unos 100 yens (no llega a los 90 céntimos de euro), pero también está disponible la caja de 26. Si me lo venden así de bien me como los 26 de una sentada.
Pino pertenece al grupo Morinaga, que es la marca de chocolate típicamente japonesa (aunque luego no los hacen allí ni nada, que me leí las etiquetas) que encuentras en todos los supermercados del archipiélago nipón, grupo al que a su vez pertenecen las filiales de marcas tan conocidas como Lipton o Philadelphia.
Cuando los pruebe ya os contare.
(Sí, Geno, no te mosquees, que ya sé que Nino también hizo su anuncio, allá en la época en que hizo la comunión).

sábado, 22 de mayo de 2010

Petit Écolier


En este mundo cada vez más globalizado, las empresas se absorben unas a otras para formar conglomerados cada vez más grandes. La industria alimentaria no es una excepción, y así vemos por ejemplo cómo Sos y Cuétara se han unido, o los chocolates Milka forman parte del grupo Kraft, y más recientemente también las galletas Lu... De esto último me he dado cuenta al ver las nuevas galletas Petit Écolier.

Las galletas Petit Écolier de Lu siempre han sido unas galletas rectangulares con una chocolatina adherida a su cara superior. Esta chocolatina, anteriormente podía muy bien estar fabricada por Lu o por otra empresa subcontratada, pero a priori no se sabía a menos que se leyera la letra pequeña, cosa que reconozco que nunca hice.

Sin embargo, ahora las chocolatinas de las galletas Petit Écolier son de chocolate Milka. En la caja aparece bien claro. La pena es que en la chocolatina el logotipo de Milka ha sustituido al dibujo del ‘pequeño escolar’ que daba nombre a la galleta, y que me parecía más vistoso.

Para este tipo de galletas, me gusta más el chocolate negro, pero eso no es problema porque en esta nueva etapa de alianza Lu-Milka también las hay de chocolate negro. Sea el chocolate de Milka o de cualquier otra firma, las galletas Petit Écolier siempre me han encantado.

Me vienen a la mente los llamados ‘composites’, que son compuestos de diferentes materiales, para aprovechar las propiedades más ventajosas de cada uno. Algo parecido ocurre con las Petit Écolier. :D La textura blanda, dúctil y suave del chocolate, junto con la textura rígida, crujiente y granulosa de la galleta, forman una combinación perfecta. En la lengua y en el paladar se produce un cúmulo de sensaciones superior al que provocarían la galleta y la chocolatina por separado. :D

Y además, si no tienes galletas Petit Écolier a mano, siempre puedes improvisarlas tú mismo con las galletas y el chocolate que tú elijas. ;)

domingo, 16 de mayo de 2010

El premio de Lili





¡¡ENHORABUENA!!

Lili, este es tu premio que saldrá el martes hacia tu casa. Todos los miembros del Wonka 70% esperamos que lo disfrutes.

Un beso.

miércoles, 12 de mayo de 2010

Ganadora del Concurso Chocolatero

Una vez concluido el plazo para enviar las recetas del concurso, el jurado ha tenido que reunirse para tomar la difícil decisión de elegir un ganador. Ganadora en este caso, pues todas las que habéis participado sois chicas. ;)


Sé que estáis ansiosas por conocer nuestro veredicto, pues el premio es aún mejor que una medalla de chocolate. :D Antes que nada, vamos a recapitular las recetas que habéis ido presentando. Debo aclarar que la primera, presentada por nuestra maestra chocolatera Inma, no entraba en la votación por su condición de administradora del blog, y por tanto de jurado.

Magdalenas con conguitos de Inma

Pan de chocolate de Kira

Fresas de Bego

Mousse fácil de Susana

Brownie de Candela

Bizcocho de Geno

Tarta de cumpleaños de Riesgho

Morcilla de chocolate de Cloti

Coulant de Lili

Bien, pues todos los miembros del jurado hemos estado de acuerdo en que, por la originalidad de la receta, la sencillez de su proceso de elaboración, y su excelente presentación... Merece ser ganadora del I Concurso Internacional Chocolatero Wonka 70%...
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¡¡Lili, por su coulant a los dos chocolates!!

Cuando el final del plazo se acercaba y no parecía que nadie más fuera a participar, Lili nos envió esta receta que me atrevería a decir que ha gustado a todo el mundo.

Para que conozcáis mejor a nuestra ganadora, os podemos contar que es una chica asturiana que hace unas manualidades realmente bonitas. Podéis echarles un vistazo en su blog.

¡¡Enhorabuena, Lili!! ¡¡Muchos aplausos para ti!!

lunes, 10 de mayo de 2010

Receta de Lili

Creo recordar que hoy acababa el plazo para presentar recetas para el I Concurso Internacional Wonka 70%. Y rozando el final ha llegado esta receta deliciosa de Lili.



La receta que presento es: Coulant a los dos chocolates. El Coulant es el postre chocolatero favorito de mis amigos, me lo piden en comidas y cenas, nunca se cansan. Afortunadamente es sencillo y rápido de hacer, aunque una bomba para el estómago. No me enrollo más, vamos con la receta.

Ingredientes (Fotografía 1):
- 70 gr de cobertura de chocolate.
- 40 gr de mantequilla.
- 1 huevo.
- 15 gr de harina.
- 10 gr de azúcar.
- Relleno (en este caso chocolate blanco).

Preparación:

Se introduce en el congelador el relleno antes de empezar a preparar el coulant.

Fundimos la mantequilla a fuego medio. Separamos del fuego e incorporamos el chocolate troceado, removiendo delicadamente hasta que quede una mezcla uniforme y brillante (Fotografía 2).

Separamos las claras de las yemas. Batimos las yemas y las agregamos a la mezcla tibia de chocolate y mantequilla.

Montamos las claras a punto de nieve junto con el azúcar.

Agregamos la mezcla de las claras en dos veces a la mezcla anterior de chocolate, mantequilla y huevo, intentando no trabajarla en exceso para que no se baje. Agregamos la harina bien tamizada (Fotografía 3).

Sacamos el relleno justo antes del montaje del molde.

Engrasamos un monde cilíndrico. Rellenamos dos centímetros del molde con la masa de coulant.
Seguidamente pondremos en el centro del molde el relleno congelado (Fotografía 4). Terminamos de cerrar el relleno con más masa de coulant (Fotografía 5).

Introducimos el molde en un horno precalentado a 170º. El tiempo estimado de cocción es de 8 minutos.

















Ahora sólo falta la solemne reunión de los wonkeros y la decisión final. Suerte para todos.

domingo, 9 de mayo de 2010

Toblerone

Uno de mis temas favoritos de matemáticas es la geometría espacial, y más concretamente los sistemas de planos y las posiciones relativas que pueden adoptar entre sí.

Antes que nada quiero aclarar que no me he equivocado de blog, sé que estoy en el Wonka. Pronto veréis la relación que tiene todo esto con el chocolate. :D

Dados tres planos, lo más normal es que se corten en un punto. Cada plano coincide con otro en una recta, y las tres rectas que se forman por la intersección de los planos dos a dos, se cortan en un punto.


Pero también pueden darse otros casos particulares si dados dos planos, el tercero de ellos tiene una dirección que de una manera o de otra es una combinación de las direcciones de los otros dos. Vamos, que para que tres planos no se corten en un punto, hay que hacerlo aposta.

Puede ocurrir que los tres planos pasen por una misma recta.


También puede ocurrir que los tres sean paralelos, que es lo más difícil.


O bien que dos de ellos sea paralelos y un tercero los corte en sendas rectas.


Y aquí viene el caso que más me gusta y al que quería llegar. Dos planos se cortan en una recta, y añadimos un tercer plano paralelo a la recta de intersección de los otros dos.
Como se ve, se forma una especie de prisma triangular prolongado indefinidamente por ambas direcciones. La figura del prisma triangular la tengo asociada a una chocolatina muy conocida por todos, que se llama Toblerone. Por eso, a este tipo de sistema de planos siempre lo he llamado ‘sistema toblerone’. :D
Esta chocolatina suiza se comercializa en España desde hace muchos años. Es del grupo Kraft, el mismo al que pertenece el chocolate Milka. Las hay de muy variados tamaños. Las he llegado a ver gigantescas.

Su característica forma externa de prisma triangular y su funda de cartón no han cambiado hasta hoy. Al quitarle el envoltorio, no es un prisma macizo, sino que tiene una estructura de dientes de sierra, lo que la convierte en un conjunto de pequeños bombones triangulares unidos a una base, y de ahí se van arrancando y comiendo. Al menos yo lo hago así. :P


Se trata de un delicioso chocolate con leche relleno con un fino agregado de miel y almendras. Es una chocolatina muy nutritiva. La hay también con chocolate blanco y con chocolate negro, pero yo prefiero el modelo tradicional.

Pues esto ha sido todo. Algo me dice que os ha gustado más y habéis entendido mejor la segunda parte de esta entrada. :D

martes, 4 de mayo de 2010

Chocolates de Colombia

Hace un mes, la hermana de una gran amiga colombiana vino de viaje por Europa y me trajo unos chocolates del país. Como no, de la Compañía Nacional de Chocolates de Colombia.

La empresa fue fundada el 12 de Abril de 1920 en Medellín por un grupo de productores locales, aunque su nombre originalmente fue "Compañía de Choclates Cruz Roja". Fue creciendo hasta abarcar otros asentamientos, como Bogotá, Cali y Bucaramanga.
De allí surgieron marcas como Corona, Diana y Tesalia y comenzaron a diversificar la producción incorporando la fabricación de café tostado (Bandera) en los años 30. Poco después inician una ambiciosa expansión adquiriendo otras empresas del sector (Chaves y Equitativa, Santa Fe y Tequendama) e importando materia prima de Brasil, Costa Rica y Suráfrica.
En los años 60 lanzan el primer chocolate en polvo para mezclar con leche (Chocolisto) e impulsan la venta de sus productos con la edición de álbumes de cromos.
En los 80 se modernizan adaptándose a los cambios sociales con la creación de su primer chocolate sin azúcar (Chocolyne) e investigan nuevos sabores (canela, clavo,...) al tiempo que se abren a los mercados internacionales.

Un total de 27 marcas (de productos de chocolate, cereales, cafés, frutos secos y repostería), 8 fábricas nacionales y la presencia en 20 países en el continente americano corroboran que se trata de una de las empresas líderes del país, dando empleo a cerca de 2800 personas.

En octubre mi amiga Alba en persona me trajo café soluble chocolateado (el cremoso Colcafé) y Chocolyne (de suave textura y sabor), pero no conservo fotos.
Lo que sí os puedo mostrar son las barritas de Jumbo, unas ricas tabletas con cacahuetes que se comen solas : )

Y la estrella de la corona: una curiosa combinación de café con chocolate.
Ya me habían hablado de ellos y realmente sorprenden, sobretodo por su textura. Se trata de crujientes granos de café tostado recubiertos de un suave chocolate con leche. La mezcla de los aromas de ambos y su curioso sabor lo convierten en un tentempié muy apetecible. Empiezas con uno .... y ya no puedes parar.